Durante un hermoso día de otoño, en un idílico rincón campestre de Vermont, se oyen tres disparos, y aparece un cadáver, el de Harry. Un viejo capitán (Edmund Gwenn) que cree que se trata de un accidente de caza del que se siente responsable, entierra, desentierra y transporta varias veces el cadáver sobre cuya identidad se interrogan con perplejidad una solterona, un médico miope y un pintor abstracto (John Forsythe). |
|
|
Sorprende un poco una comedia en la filmogarfía del "Maestro del Suspense". No obstante al haber un cadáver por el medio, no se aleja tanto de su especialidad.
ResponderEliminarMuy divertido el trajín que se gastan con el entierro y desentierro del cadáver y los motivos que justifica una y otra opción.
Muy buenas actuaciones.Una peli muy correcta al nivel de las mejores del "Maestro".